Tuesday, April 2, 2013

Una colección dentro de la colección

Me he comprado un huevo de cosas. Los días que esté de bajón no tengo que mirar internet ni páginas de muñecos.

Pero no me voy a poner a listar las cosas que me he comprado así al tuntún. Me gustaría hablar despacito y con calma de un proyecto especial de coleccionismo que me venía rondando la cabeza desde hacía tiempo, y que nunca me decidí a empezar, supongo que porque me sentía estúpida. ¿Estúpida por qué? Pues porque se trataba de coleccionar cosas que ya he tenido en varias ocasiones y de las que me he deshecho por no darles uso.

Si, lo habéis adivinado: los DELF elfos. Los clásicos, los de toda la vida. Los que me metieron en esta locura de hobby.

Los que me conocen más, saben que yo empecé en este asunto allá por finales del 2004, por casualidad pura. Browseando deviantart, vi la foto de lo que me pareció, por aquel entonces, la muñeca mas interesante y bonita qu ehabía visot en mi vida. No se parecía a nada que hubiese visto antes. Un grupo de gente le preguntaba a la dueña qué tipo de muñeca era, y ella decía: ''Buscad por ABJD'' o ''Super Dollfie''. Y así lo hice.

Me pasé unos meses pasmada mirando en internet estas cosas tan preciosas e imposiblemente caras; mi situación personal y financiera por aquel entonces era desastrosa, y no podía permitirme comprar una de estas cosas tan preciosas y caras. Dando vueltas y mas vueltas, llegué a lo que fue para mí la perdición absoluta: la web de Luts. Fan como había sido siempre de la fantasía épica, los elfos y las hadas, las caras de Cerberus Project y el carácter de sus moldes me fascinaron. Dollfies, y con orejas puntiagudas! Tened en cuenta que, por aquel entonces, el mercado era mucho más limitado de lo que es ahora, y no era tan fácil comprar muñecos que fuesen elfos. Por desgracia, los elfos eran todos ediciones limitadas que habían salido en años anteriores, muy difíciles de conseguir y caras (salvo las versiones de Soo, que eran estándar). No quiero extenderme en el prólogo; me registré en Den of Angels en Mayo, y tres meses después, tras compras y algún que otro milagro y muchos sacrificios, llegó el que fue mi primer muñeco. Mi muñeco grial desde el principio, por el que derramé amargas lágrimas de frustración al saber que nunca podría conseguirlo (qué pava, eh? XD), y con el que me hice casi por arte de milagro a un ''Buen'' precio. Pagué 900$ de los de antes por esto:


Si, por esto. Un delf con cabeza que no casaba con el cuerpo, restos de pintura y una oreja ROTA. Gracias a ese defecto lo conseguí a mitad de precio de lo que costaban por aquel entonces.

Y ahí empezó Calandur, mi historia con los Delf elfos limitados, y una colección que fue y vino, dio vueltas, trajo y se llevó cabezas. Y al final, en el 2010, los muñecos empezaron a volverse más y más realistas, y cada vez les encontraba menos sitio a mis antiguos delf entre tanto iple, soom y cosas de cabeza pequeña y cuerpos cachas.

Pero no los vendí.

¿Por qué? Porque cada vez que pasaba la frase lapidaria, terminante y definitiva elaborada por mi amiga Teba que me dejó pasmada en la silla aquel día de antaño, la Navaja de Apo: ''¿me lo volvería a comprar''? La respuesta era la misma: sí.

Y prueba de eso es que me los he vuelto a comprar. Ocho años más tarde, siguen pareciéndome igual de encantadores y carismáticos. Y he tenido que dar la vuelta a todo el círculo completo para comprender que sí; que puedo tener muñecos por que sí. Por que me gusta, porque me apetece. Que no hace falta un look total, un personaje arrasador de best seller o más razón que el puro placer estético. He tenido muchas cabezas de los delf limitados entre medias, y muchas las he vendido. No os imagináis como lamento alguna de estas ventas ahora, sobre todo las cabezas más complicadas de conseguir. La entrada se me está extendiendo demasiado, así que dejaré para mañana la lista de los muñecos que tengo, los que quiero y mis planes para mi colección de Delf limitados, pero adelanto ya que van a ser sólo los clásicos que se vendieron como ediciones limitadas, y no los Juri ni los Nanuri de eventos especiales. Estoy entusiasmada con este proyecto, que me ha dado un poco de aire fresco sobre el agobio que tenía con mi familia de los personajes ''de la historia'', perpetuamente inacabados y siempre sujetos a cambios, gran baúl de frustraciones. El tema coleccionista es placentero porque es un fin en si mismo, me devuelve a los orígenes y me va a permitir trabajar con mis moldes queridos de toda la vida. Tengo muchas ganas, y espero que no me fallen!


Y por si os lo preguntabais, yo soy de esas, si. Mi primer muñeco, ese bicho desteñido de la foto de ahí arriba sigue conmigo ocho años después. Aquí tenéis una foto con su hermano gemelo (empezó siendo su hijo), que llegó apenas un par de meses después que él. Los limpié, lijé, lavé, hotgluseé, tensé y remaquillé hace un par de años. Y me siguen pareciendo maravillosamente bonitos ^^- es el de la derecha, y tiene ya 9 añitos:



Nos leemos! Un besito a todas.